Toda la presión era ahora para el último y cuarto lanzador, David Aguilera, agencia Europa Press. Fue el periodista menos votado para ser el lanzador del chut solidario, pero el único que lo consiguió. No hubo presión. Y con su pierna izquierda colocó el balón al fondo de la red y directamente mandó una importante cantidad económica para la Fundación Theodora, cuya misión es hacer más fácil la vida a los niños hospitalizados.